jueves, 2 de febrero de 2012

Erase que se era...

" En algún rincón de la imaginación... donde pocos ojos han sido capaces de admirar la belleza de un lugar donde la magia y la ilusión se respiran y se tocan, un lugar donde sólo corazones despiertos e inquietos son capaces de palpar en cada párrafo y en cada palabra la pureza y la luz de un Minimundo creado para liberar sonrisas apagadas, trazar las que nunca estuvieron y engrandecer las que se supieron quedar "

Erase que se era...

Aquel día las flores despertaron al igual que todos los días...llenas de luz, resplandecientes ante el sol, llenando todo el valle de colores y haciendo que el especial aroma que desprendían invadiese por completo la pequeña aldea donde la ilusión y la alegría eran permanentes.
A través de la ventana un pequeño rayo de luz dejaba iluminar la habitación donde Piruleta dormía. Poco a poco y a regañadientes se despertó. 
Al otro lado de la aldea para algunos habitantes el día había comenzado mucho antes y el pequeño poblado comenzaba a vivir un nuevo y maravilloso día.
¿Donde está Piruleta? se preguntaba como cada mañana Teo. Este chico nunca llegará a su hora!.Recoger las gotas de rocío no era tarea fácil para uno sólo y había que hacerlo antes de que el sol estuviera en lo más alto pues entonces se evaporarían y habría que esperar a la mañana siguiente. Teo aunque algo ya mayor tenía una fortaleza especial que dejaba perplejos a los más jóvenes de la aldea, todos querían ser como él. Tal vez por eso Piruleta encontró en él un ejemplo a seguir aunque dentro de él sabía que no era su fortaleza física la que admiraba si no su gran corazón y su gran sabiduría.
 Difícil de peinar ese pelo si nos levantamos tarde! le gritó Teo sin incorporarse del suelo al coger los cubos de debajo de la mesa, a lo que Piruleta pensó: como me ha visto, Teo tiene ojos en la espalda.
No tengo ojos en la espalda Piruleta, vamos o no cogeremos muchos cubos y hay que hacer el reparto antes del mediodía. Una vez mas y sin mediar palabra Piruleta no salía de su asombro con Teo. Minutos más tarde salían de la aldea hacia el bosque como cada mañana.
Mientras al otro lado de la aldea...(continuará)
 





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